Qué bueno que mi riqueza sean esas pequeñas cosas que nadie podrá quitarme nunca porque tienen un valor que no cotiza en mercado..., un dibujito y unas cartitas de mis hijos, sus besos, los recuerdos de sus sonrisas en la cuna, la mirada de asombro cuando iban descubriendo..., algún caracol de mar, una piedra de las sierras..., mis palabras escritas, una comida compartida, un libro viejo, la remera con que duermo, las texturas de la arena en las plantas de mis pies cuando camino y pienso...mis ratos de silencio...y esa mirada tuya que es mía en definitiva
Crece en el Amor
Hace 11 años