El término esencia (del latín essentia, del verbo esse, ser, derivado del griego ousia) designa en metafísica la realidad persistente de un ser a través de las modificaciones de sus accidentes.

...."De ahí conocí que yo era una sustancia de la cual toda la esencia o la naturaleza no es más que pensar." DESCARTES.*

Nota de la autora:"Generalmente escribía, algunas veces con muchas ganas, otras no tanto, y siempre encontraba la forma de volcar en palabras, lo que en mi mente daba vueltas...nunca me escapaba...siempre volvía con la lapicera, o el teclado, al cuaderno o a la hoja...y eso que me iba tantas veces...!!!Pero siempre volvía. Esta es una vuelta, de otra forma, con otras herramientas, pero sabiendo que escribir llena mis recónditos lugares, y saca de mí lo vivido, lo ideado, lo escuchado, lo sabido...Esta es una vuelta, la comparto con ustedes que saben que escribir es parte de mi esencia y que este espacio, es simple y llanamente: ESENCIALMENTE MÍO."

martes, 22 de junio de 2010

A VOLAR...


Empieza una nueva espera, un ave de alto vuelo ronda mi cielo, desplegando mis alas acompaño su vuelo, libre y entera mi alma, completamente convencida de que ese cielo nos pertenece...

Tanto tiempo soñando paisajes agrestes, montañas nevadas, tanto tiempo soñando lugares sin comprender a dónde me llevaba ese pensamiento...

Tal vez caminos que iban directo a tu cielo, tal vez como supiste decir "que extraña ruta la vida que nos cruza nuevamente..."

Hoy te espero, hoy sé que esperás el encuentro, hoy sé que estaremos volando el cielo acompañando tu vuelo, rodeándonos, girando, llegando, volviendo...sin más miedos, sin más tiempos, sin excusas...

A volar amor...!!!

sábado, 19 de junio de 2010

PARÉNTESIS.




Eran varios los días que debía quedar en soledad, esperando señales que aparecían cada tanto. Eran varios los días que debía soportar el vacío, la ausencia, la tristeza de imaginar, de no saber, de tener que estar sola. Estaba tranquila, sabía que podía confiar pero también sabía que dolía, dolía fuerte, dolía en los huesos, dolía en el alma...


Tantas veces quería correr a sus brazos, necesitaba de su compañía para poder seguir, pero ahí estaba esa soledad persistente, penetrándola, llenándola de dolor, otra vez más. Y la seguridad de que eso terminaría pronto, ella podía sentir el amor en cada abrazo en cada beso de su boca, sabía que pronto regresaría, que la colmaría de amor...pero así y todo...


La noche la envolvía, un manto frío la dejaba colgada de los sueños que alguna vez podrían concretarse, y el mientras tanto, persistentemente lo alejaba...lo traía...y lo llevaba...


Sabía que el sentimiento estaba, que era correspondido, sabía que él no dejaba de pensarla, y su sentir era exactamente el mismo...no había momento que no soñara con su encuentro.


Pero el dolor, fuerte, punzante se le iba agudizando, esa noche daba vueltas y no podía dormir...se puso a escribir, pensando que podía escapar de la angustia, lo imaginaba bajo otro cielo, y sólo quería llorar...


Quería una señal, una palabra, un mensaje, un llamado, algo que la hiciera sentir mejor, pero no era posible...nunca era posible en ese momento que reiterativamente llegaba cada tanto, ese paréntesis obligado que la dejaba enclaustrada en el silencio...


Nunca más iba a sufrir, era una promesa que se había hecho hacía un tiempo ya...pero estaba ahí , esperando señales que no llegaban, con la lágrima a punto de estallar...si eso no era sufrir, qué quedaba para la perfecta definición del sufrimiento...?


Quería correr a sus brazos, quería gritar que lo amaba...y lo más extraño es que él también quería lo mismo...tal vez, algún día se diera cuenta definitivamente, que estas ausencias no sirven, que sólo acrecientan la soledad de ambos, la pena y la angustia...tal vez en algún momento él comprendiera, que sólo a su lado podía ser felíz y ya no la dejara sola nunca más.

viernes, 18 de junio de 2010

COMPLETA.


La luz prendida, los ojos abiertos,
las manos rápidas, la piel urgente.
Los besos calmos, la mirada firme,
el cuerpo inquieto, el corazón sensible...

El vino frío, las sábanas tibias,
la charla suave, la palabra precisa,
la caricia espontánea,
la pasión encendida...

La distancia acortada,
sin medidas, ni límites,
enredadas las bocas,
incitados los sentidos...
Un huracán de amor,
tsunami de sentimientos
amaneciendo el alma,
y despertando el cuerpo...

La noche se hace día,
el vino boca a boca,
olvidando los tiempos,
renaciendo sentires...

Perdonando viejos dolores,
olvidando antiguas soledades,
completanto lo incompleto,
llenando los espacios y el silencio...

Acercándose,
abrazando,
recorriendo,
completanto...

No hay lugar donde el beso
se quede quieto,
no hay distancia entre los corazones esta vez,
fundidos los dos, inevitable encuentro...

viernes, 4 de junio de 2010

TREINTA AÑOS.


"Te parece un café esta tarde?, necesito hablar contigo." Así decía el mensaje de texto, simple, conciso. Estaba esperando la hora de encontrarse, sabía que con aquella amiga del pasado podría recordar viejos momentos de su adolescencia.
Estaba más que ansiosa, poder compartir con aquella compañera los recuerdos que estaban siempre tan vívidos en su memoria.

Quedaron en verse a las 18.45, ambas acudieron puntualmente. Pidieron un café, hacía falta beber algo caliente en aquella tarde fría.

Y empezó a contarle...

-Cómo explicarte, amiga?, seguramente no será fácil, algo que ni yo misma puedo comprender, por supuesto él tampoco. Éramos tan niños, teníamos unos dulces 16 años , toda la piel fresca, el corazón abierto a la vida...fue en tu casa, allí nos conocimos...yo tenía la piel suave, de porcelana, él tenía el cabello rubio, el blanco rostro, sus ojos claros y una mirada más que intensa...

...La mirada..., él asegura que no olvidó mis ojos a pesar del tiempo que pasó..., te diste cuenta de lo que te digo? casi treinta años pasaron ya...treinta largos e intensos años!!

-Pero volviendo a los 16, cuantos sueños se tienen a esa edad !!, cuántas cosas por aprender, por vivir, cuantas ilusiones puestas en el otro que con un simple cambio de rumbo pueden deshacerse. No sé cuantas veces nos habremos encontrado en aquellos años, no fueron muchas, teníamos muchas ganas de vernos, yo me escapaba de los miedos para encontrarlo...pero cómo no íbamos a querer encontrarnos si nos gustabamos tanto!, si nos besábamos de una forma que ni estos treinta años dejaron olvidarlo.

-Vos te acordás amiga que vivía muy cerca de tu casa?, te acordás que no sabía bailar y a mí me invitó a hacerlo?... Acordate mi alegría...y con esa alegría empezó aquel noviazgo. Claro que las cosas no fueron del todo buenas, pero ahí está lo extraño...no lo recuerdo, lo malo digo, no puedo recordarlo...la ruptura, el por qué de la ruptura...es casi impensable que no pueda recordarlo...pero te digo que así fue...se me borró de la mente, tal vez mi memoria selectiva...no lo sé y tampoco me importa ya.

Lo bueno es que la vida te lleva y te trae a través del tiempo como una hoja arrastrada por el viento.

....y aunque algunas veces nos recordábamos nunca más volvimos a saber uno del otro. Nunca más nos habíamos vuelto a cruzar.

-Y te cuento que en los años que pasaron hicimos nuestras vidas, cada uno a su forma, por separado, con toda conciencia de la elección de vida que adoptamos...formamos nuestras familias, sentimos el amor... pero el tiempo algunas veces se encarga de deshacer sentimientos...y así fue. De pronto los dos quedamos solos y cada uno también sufrió el desamor a su manera.

-Querida amiga, si alguien pudiera entender y explicarme, por qué aquel hombre del pasado me había vuelto a rondar?. Estabamos en otras cosas, en otras vidas, en otros lados...Y de pronto noticias suyas, me estaba buscando...quería saber de mí, y yo también quería saber de él. Él había quedado más solo que yo, a mí por lo menos me acompañaban mis hijos, él no tenía a nadie, aunque ahora me tiene a mí. Vino, y se fue...pero va a volver, lo sé.

Y ahora consumo las horas en palabras escritas, en voces al teléfono, ansiando que corra el reloj para que vuelva.

-Y te digo , amiga, él ahora está tan lejos, y yo estoy tan sola...que tal vez si recordamos un poco me sentiré a tu lado más acompañada y de paso también tendré su presencia en esta mesa de café...

-Y aquí estoy contándote que luego de treinta años la vida lo trajo de vuelta, y como los dos estamos de vuelta, no nos podemos poner a analizar ....sólo a sentir, a poder comprender que el amor que una vez nos unió, ató sus lazos ahora más fuertes.

-Dejame que te invite este café...es mi tarde de frío, es mi soledad y vos me hacés compañía...el próximo invitás vos...y tal vez puedas explicarme por qué si estoy tan sola y él tan a la distancia me siento tan completa.