El término esencia (del latín essentia, del verbo esse, ser, derivado del griego ousia) designa en metafísica la realidad persistente de un ser a través de las modificaciones de sus accidentes.

...."De ahí conocí que yo era una sustancia de la cual toda la esencia o la naturaleza no es más que pensar." DESCARTES.*

Nota de la autora:"Generalmente escribía, algunas veces con muchas ganas, otras no tanto, y siempre encontraba la forma de volcar en palabras, lo que en mi mente daba vueltas...nunca me escapaba...siempre volvía con la lapicera, o el teclado, al cuaderno o a la hoja...y eso que me iba tantas veces...!!!Pero siempre volvía. Esta es una vuelta, de otra forma, con otras herramientas, pero sabiendo que escribir llena mis recónditos lugares, y saca de mí lo vivido, lo ideado, lo escuchado, lo sabido...Esta es una vuelta, la comparto con ustedes que saben que escribir es parte de mi esencia y que este espacio, es simple y llanamente: ESENCIALMENTE MÍO."

miércoles, 21 de abril de 2010

viernes, 16 de abril de 2010

El cuento.

Abrí el cuaderno, estaba por la mitad, insospechadamente las hojas volvieron hacia atrás, había una historia, un cuento sin terminar...un cuento con idas y venidas, con recuerdos y con olvidos. Un cuento que empezó con tanto amor, y que se coartó , no se supo continuar.
Tengo que terminar de escribirlo...lo incompleto nunca nos deja en paz. Tal vez por eso el cuaderno no me deja hoy avanzar en mi relato, no me deja escribir, necesita de mí para acabar su historia...y yo necesito saber nuevamente, por qué!!!??
Tal vez debería adentrarme en la historia, y olvidarme de preguntar...soñar, tratar de encontrarle un final. Cuando me sienta bien, quiero hacerlo.

domingo, 11 de abril de 2010

Cambios...

Cambios...tiempo de cambios... se reunieron aquella noche, estaban bien, pero con un revuelo de ideas girando en sus pensamientos...tenían que charlarlo, ponerlo en palabras, tenían que contenerse, afianzar los lazos, para darse fuerza, para generar energía de la buena... para no estar tan solas.
Cambios...tiempo de cambios...cosas que quedaban en el tintero pero que se iban secando, quedando mustias...ansiedades no satisfechas que llegaban a su vencimiento...ansiedades que nadie ya podía tomarlas...qué vendría después?
Cambios..., agitar de cosas nuevas...soledades al borde de la cornisa...
Y en medio de la desolación, de las ausencias, de la falta de cariño, del evidente "darse cuenta"...en medio de todo lo triste y angustiante de abrir los ojos, el coraje de entender una verdad, de tomarla, de sentirla y de salir adelante.
Estaban juntas, juntando soledades en una tibia charla, el café, el mate, el humo del cigarrillo, la pena y la risa concurrieron a la cita ...y las horas pasaban...y al abrir el cristal del balcón el sol que rozó sus caras...tranquilidad, calma...vientos de cambios...

domingo, 4 de abril de 2010

La Novela.

Cuando encontró la carta en el buzón corrió al escritorio, sacó apresurada sus lentes del cajón , hacía tiempo esperaba esa respuesta que tardó en llegar.
Abrió el sobre con cierto temor, tal vez no dijera lo que ella ilusionada esperaba, pero no tenía forma de saberlo sino leyendo. Respiró hondo y pudo encontar a simple vista lo que buscaba: "ACEPTADA".
Su novela se publicaría, tanto tiempo le llevó escribirla, de a pequeños relatos, hilvanando ideas que iban y venían y no siempre encontraban su continuidad.
Tantas horas frente a la computadora, buscando las palabras perfectas para cada idea, para poder reflejar el sentimiento en cada párrafo.
Cuantas noches no encontraba el sueño, pidiendo a la imaginación una señal que disparara un personaje, un sustantivo, un adjetivo, un pensamiento ...
Las tazas de café interminables en el escritorio, las hojas en el cesto, las agujas del reloj que avanzaban...
Todo su sentir, todo su esfuerzo, todo su placer en esa novela, y finalmente sería publicada. Estaba emocionada, rompió a llorar, tomó el teléfono y marcó un número, una voz cálida contestó su llamado, y con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de alegría le contó: "tengo mi libro".

LA RESPUESTA.

Te esperaba como se esperan las noches, el descanso,
te esperaba como se espera el sol después de la incesante lluvia,
y cuando llegaste tuve miedo de entregarme,
de poner en tus manos mis secretos.

Te esperaba y no había espacio para otro pensamiento,
me dejaba llevar por la ilusión de que llegaras,
y cuando llegaste quería escapar corriendo,
no sabía cómo dedicarte mi tiempo.

Tengo la esperanza de encontrarme segura,
de poder compartir las horas y los días,
sin el temor del mañana o lo que dura...

Voy despacio, paso a paso,
no quiero atropellar momentos,
tal vez encuentre la respuesta que merezco.